Vivimos en extremos y nos tiembla la misma pata. Somos cobardes sin rodeos, de las que no quitan el freno de mano y te invitan a soñar a nuestro mundo paralelo aunque sea por un ratito. Mira que lo tenemos estudiado, pero hemos ganado medallas de huídas rastreras, y sin excusas. A veces me muero de risa por todo lo que se nos ha perdido y me muero de pena en pensar en avanzar...
Aunque ahora estamos en punto muerto y con las ventanillas bajadas.
Que sea lo que el karma, el destino, cualquier estúpido dios, el azar o la suerte quiera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario