Un sábado. Las 2 de la mañana. Y yo aquí... con un casco puesto escuchando canciones a piano de esas que me ponen tonta, y con el otro quitado escuchando la lluvia caer fuera. Mala combinación -tanto como tú y yo-.
Aquí sigo, una vez más, preguntándome el por qué de todo. Recordando que hace un año, justamente el mismo día y a la misma hora, seguramente estaríamos al borde de tu cama comiéndonos a besos.
Pero de eso hace ya mucho, aunque yo lo siga recordando cerca. Aunque no lo parezca ha pasado ya mucho -quizá demasiado- que no estamos en la misma habitación. Para lo acostumbrada que estaba a tenerte cerca, me refiero. Aunque no estar físicamente a tu lado no es lo que más daño me hace... y digo físicamente, porque hace muchísimo más que no estamos químicamente. Sí, eso es lo que más me jode de todo esto.
Nunca he sabido cómo dar contigo... ni hacer que tú dieras conmigo.
El amor de mi vida te consideraba. Así de fuerte y de real. Así te quería yo...
hasta que las cosas se fueron torciendo, y ninguno de los dos supo ponerlo en su sitio. Y mira que lo intenté veces. No sabes cuántas. No te haces a la idea la de energía y lágrimas que perdí haciéndolo.
Nunca se me olvidará tu respuesta al decirte que ya no te quería; "algún día iba a ser".
Una respuesta fría y sin sentido. Porque así eres tú.
No. Yo no pensaba eso. No tenía ni el más mínimo pensamiento ni la más mínima intención de dejar de quererte nunca. Es más, aún sin motivos sigo haciéndolo. Porque claro que lo sigo haciendo, ¿acaso lo dudabas? La diferencia es que ya no quiero quererte.
Me pregunto que para qué querer algo que ya se ha roto tantas veces y de tantas maneras...
No pretendo olvidar tampoco, sería absurdo intentar borrar una parte de mi vida. Pretendo que al ver una foto tuya no me entre el puto nudo en el estómago. Pretendo no llorar todas las noches, convenciéndome a mí misma que todo irá bien. Pretendo levantarme por las mañanas sin dolor en el pecho. O quizá volver a ser yo.
Quizá no sea el momento más adecuado para escribir esto. O sí, no lo sé.
Supongo que más que querer escribirlo, lo necesitaba. Ordenar ideas, pensamientos, sentimientos...
Un poco de orden en todo este caos que tengo dentro, por favor.
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