Ni coraza, ni corazón.

Ha pasado mucho ya. Y no me refiero al tiempo que hace que no estás. Me refiero al tiempo que hace que no estoy yo.
Al tiempo que hace que no me encuentro. A la que era, contigo. A esa que no sabía dormir sin tocarte la espalda.
La que te llenaba de detalles tontos porque sí, y te escribía textos que luego leías a la mitad. 
Ahí, en esas letras, estaba esa parte blanda de mi corazón. 
Supongo que por eso ahora sólo me queda la parte dura, oscura, fea... porque te la llevaste contigo.
Echo de menos echarte de menos. Que me tiemblen las piernas al verte por la esquina.
La sonrisa que me salía solo con mirarte. Las fuerzas que tenía, por ti, por todo lo que tuviera que ver contigo.
Echo de menos llorar juntos, abrazarnos, y los miles de te quiero.
No. No te echo de menos a ti. Me echo de menos a mí.
A las veces que quedábamos a las 5 de la mañana, porque teníamos ganas de vernos, cuando hacía apenas unas horas que me habías dejado en casa.
A las peleas por quién quería más a quién. 
Echo de menos querer compartir futuro con alguien, discutir por cuántos perros y gatos íbamos a tener, y por cómo decoraríamos el salón.
Echo de menos empezar a cocinar, y acabar echando un polvo monumental en la encimera.
Los días de peli, manta y muchas chuches. O esa manera que tenías de hacerme feliz regalándome chocolate.

Y no, no te echo de menos a ti.

Echo de menos todo eso que fuimos.
Me echo de menos a mí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

trucos blogger
Swimming Sperm Domo