Carta sin destinatario.
No. No quiero decirlo. No me atrevo. Siempre ha terminado estropeando las cosas. Aunque bueno, creo que para estropear más las cosas no hace falta ningún juego de palabras. ¿Sabes la sensación de estar en lo más alto de una montaña rusa, a punto de esa bajada impresionante, en la que coges aire porque sabes que en un segundo y medio te va a dejar sin él? Pues así me siento. Y no es que me guste, pero como toda adrenalina... es adictiva. Hemos estado tantas veces arriba esperando la bajada, que cuando hemos bajado y todo ha terminado, necesitamos volver a montarnos otra vez. Supongo que por eso seguimos aquí.
No sé si tengo ganas de llorar, de gritarte todo esto, de verte... o de vete tú a saber qué. En realidad lo único que tengo claro ahora mismo es que contigo no puedo, y que sin ti no quiero. Y eso es una putada.
Joder. No quiero decirlo.
Pero, es que...
Creo que te quiero echo de menos.
:)
ResponderEliminarMe declaro fan tuya desde el 24 de octubre del año pasado, que empecé a leerte, sí, se la fecha porque ese día paso algo importante en mi vida, y ese es el hecho de que recuerde el día. Escribes extremadamente bien. Y has sido mi inspiración para empezar a hacer algo que me gusta, que llevo mucho tiempo haciendo pero nunca había enseñado a nadie, y es que he empezado mi propio blog.
ResponderEliminarPor fin he tenido el valor de hacerlo, y me encantaría que me dejaras un comentario con tu opinión más sincera, no te cortes, se afrontar las críticas.
Millones de gracias!
http://yotampocoencuentrounasalida.blogspot.com.es/