La que por momentos no avanza y se queda mientras duele.
Esa vida, que hace que desaparezcan los que iban a estar siempre, que te jode con algún que otro amor de mierda o que te hace aprender a base de putadas.
Ésa, la misma que se lleva a las únicas personas que de verdad importaban.
Puedes pasarte las horas muertas llorando historias y alguna filosofía sin sentido... pero piensa en los momentos complicados y en cómo pasa el tiempo.
Acuérdate que esa misma vida, fue la que un día te echó una mano poniendo a cada cual en su lugar.
Porque tú, eres un corazón grande rodeado de corazones diminutos que no te merecen.
Porque habrá veces que el mundo se pondrá en tu contra, pero lo suele hacer con las personas valientes.
Deja de pensar en lo que no hay, piensa en lo que está por venir y coge aire antes de darte por vencida.
Deja de buscar razones que no te dejan dormir, porque aquí la única razón es seguir.
Seguir viéndote reír y viéndote cómo haces reír a los demás, seguir siendo la envidia de muchos de ser feliz y transmitirlo, seguir con la manera de disimular que no duele tanto.
Sigue perdiendo los papeles cuando tengas que hacerlo y recógelos a la mañana siguiente con una resaca de cojones. Llora, si eso te hace ver todo mucho más claro. Suspira, para coger aire y enderezarte.
Pero nunca olvides que tienes un corazón demasiado grande para esta ciudad tan pequeña... y no dejes que nadie te haga pensar lo contrario.
Porque eres de las de verdad, de las que quieren y consiguen... aunque a veces sea a medias por ese miedo tuyo de no ser suficiente. Y ya te digo yo que no eres suficiente, eres mucho más. De las que faltan si no están. De las que le ganan la batalla a cualquiera y con el tiempo se dan cuenta que al final... no era para tanto.
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