Tomaba una pastilla para el dolor de cabeza, y dos para el dolor de corazón.

Y entonces te das cuenta de que ya te encontraste, que te habías encontrado hace mucho tiempo y hasta ahora no habías tenido el valor para aceptarlo, que no queda nada más por descubrir, que ya sabes quién eres y quién has sido todo este tiempo, qué puedes llegar a hacer, a sentir o a dar, y qué no. Y quieres estar equivocada. 

 Y asusta. Asusta verte tal y como eres y saber que has sido así siempre aunque a veces hayas sabido engañarte, muy bien incluso, pero no, nunca has podido y nunca podrás. No sabes entregarte, tú solo dueles. Tu venda no te la puso alguien sino que naciste ya con ella, para bien o para mal estás incapacitada para eso que hace tanto daño pero que a la vez da tanta felicidad. 

No es que tengas una coraza, es que tú eres la coraza. No es que estés vacía, es que eres vacía. No es que seas imposible, es que ya eres de alguien. Eres tuya. Eres tan tuya que no consigues ser de nadie más. Y ahora tienes miedo, miedo de ti, de lo que te vas a perder y de lo que puedes perder, miedo a no aprender, miedo a no saber hacer, miedo a no poder, miedo a romperte y no saber recomponerte sola.

 Pero con suerte puede que llegue alguien capaz, alguien que no se rinda, alguien que sepa verte por dentro, alguien que esté dispuesto, que se atreva, alguien a quien permitas, alguien que tenga la oportunidad de quitarte el miedo con sus propias manos y desnudarte el alma como tú nunca has sabido hacer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

trucos blogger
Swimming Sperm Domo