Que se jodan los envidiosos, somos el uno para el otro.

Nadie se puede llegar a imaginar la suerte que tengo de tenerte. Nadie entiende eso de que me tiemblen las piernas sólo porque me tú me miras. Nadie sería capaz de llegar a sentir como yo siento cada una de tus miradas, cada uno de tus abrazos, cada te quiero que me dices... porque he sido la primera y pretendo ser la última. Que hemos pasado tormentas, tempestades y demás catástrofes naturales... pero yo sigo aquí, enamorada de cada uno de tus pestañeos. Y que después de todo, aún estés aquí con esa sonrisa y esas ganas de querer quererme, hace que mi índice de felicidad sobrepase sus límites. Porque sabes que no puedo ser sin ti. Sabes que el 13 es mucho más que mi número de la suerte gracias a ti. Sabes, que aunque haya hecho la gilipollas demasiadas veces, para mí no hay nadie como tú en este mundo. Porque mi miedo se debe a que te quiero hasta la locura y no soportaría que buscases en otra lo que yo sé darte y me sobra. Que eres mi suerte, mi talón de aquiles, mi nirvana. Nadie sería capaz de entenderlo.