Que si si, que si no...

Hay momentos en los que ya no sabes ni qué hacer. Te quedas quieta, observando con fijeza la pantalla del ordenador. Pensando que tu vida es él, y lo sabes. Eso es lo peor de todo, que lo sabes. Pero el caso es que ya no sabes qué va a pasar con esa vida. No sabes si vas a poder seguir disfrutando de ella, o si el hecho de que poco a poco parezca que se te escapa de las manos es una señal de que ya todo ha terminado. No lo sabes, y eso te frustra. No sabes si luchar o mejor dejarlo estar. No sabes si salir corriendo, o seguir con esa pizca de esperanza, que te impulsa hacia delante, que provoca esa sonrisa cada vez que te habla, cada vez que te suelta un ‘Te quiero’. Y no quieres dudar. No quieres dudar de ese ‘Te quiero’, de esos besos que te da y que aunque no los llegues a sentir algo en ti te dice que son verdaderos. Han sido muchas veces las que te ha dicho que eres suya, que te ha abrazado y te ha dado las gracias por estar a su lado, que te ha animado y se ha enfadado por tu inseguridad, por ese temor a perderle que siempre le ha sacado de quicio. ¿El temor o tú? Ya no sabes qué es exactamente lo que le saca de quicio… Lo mejor de todo es que sabes que aunque ahora te sientas mal, porque no sabes qué está pasando, qué errores son los que has cometido o qué errores son los que lo estropearán la próxima vez, vas a seguir ahí. Porque lo que sientes por él es más fuerte que cualquier otra cosa. Porque sientes que le necesitas. ¿Le necesitas? Sí, claro que le necesitas. Le necesitas porque no le quieres, sino que le amas con locura, y eso es algo que aunque no muestres tanto como tal vez él desearía, sientes que es más que cierto. Esperarás. No importa qué, no importa cuánto. Le esperarás. Esperarás que vuelva a confiar en ti, que vuelva esa complicidad, ese cariño y esas ganas de saber el uno del otro. Esperarás esas tardes de sonrisas y sonrojos por todos esos detalles que te hicieron enamorarte. Esperarás… que esa esperanza no caiga en saco roto, que no tenga la desilusión como único final. Esperarás un nuevo comienzo… que sabes que de nuevo no tendrá nada…