Empieza por los dedos de los pies.....

Hay que ser muy valiente para esto.. ¿sabes? Porque cada día que pasa, cada momento, te hace sentir más aquí dentro. Hay que tener valor y ser precabida, porque cuando menos te lo esperas, ya te ha golpeado fuerte con todas y cada una de sus sonrisas... y creeme, cuando lo hace es muy probable que te entren ganas de saltar sobre él y comértelo a besos.... y lo peor de todo, es que cuando te das cuenta, acabas echándolo de menos sólo porque un día no lo has visto. Que cada momento que te regala es único.. no sé cómo lo hace, pero desde luego a mí deja de importarme el mundo... sólo me importa tenerlo frente a mí como siempre, con su nariz fría rozando la mía y mirándome a los ojos. Cada día necesitas más de sus abrazos, de esos mimos que parecen interminables, de las cosas bonitas y a veces absurdas que te dice... Nunca pensé que pondría a alguien por encima de tantas cosas, pero al parecer con él lo hago. Y... y eso es lo que más me asusta... porque sé que en cualquier momento todo se puede complicar y torcerse.