Hay cosas que son inexplicables... y sin dudarlo, lo nuestro es una de ellas. Y las cosas empezaron así, sin avisar, despacio. Una mirada tonta por aquí, un roce casual por allá. El caso era disfrazarlo todo como accidental. Y fue todo porque empecé a engancharme a las tonterías que hacía para sacarme una sonrisa, por ese orgullo que sacaba por momentos, por los hechos y no sólo por las palabras. Entonces me di cuenta que tenerlo a mi lado era más importante que cualquier otra cosa, que no podía remediar echarle de menos y mucho menos quererle. Y me encanta... y sé que me seguirá encantando por más tiempo que pase. Que me encantan hasta las cosas que me sacan de quicio, como los bocados que me duelen, como los nervios que le entran al pensar en el camping, como el toquetearse el pelo al quitarse el casco, como su impaciencia y su manía de querer hacerlo todo lo antes posible... en fin, no puedo remediarlo. Yo sabía que la gente se enamoraba, es más, pensaba que había millones de personas enamoradas... pero no sabía que yo sería la siguiente en hacerlo.



linda entrada, te sigo, un beso
ResponderEliminarQue bonita es tu entrada!
ResponderEliminarte sigo y espero que me sigas
http://unaaficionadaavertesonreir.blogspot.com/
muchas graciassss! :D
ResponderEliminarte sigo por supuesto